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...nos encontramos en un laberinto sin salida entre las ganas de decir ¡ya no más!... |
Ésta publicación no es una coincidencia, son líneas inspiradas en varios mensajes que recibí de una publicación anterior que movieron fibras en mí y que me hicieron recordar aquellos días en los que pasaba horas buscando consuelo en libros, escritos, frases, etc., que ayudaran a saber que todo estaría mejor, ya saben así cómo cuando te dan esas palmaditas en la espalda que reconfortan. Y fue así cómo me di la tarea de juntar a mis amigos -un buen pretexto para reunirnos-en una noche de charla con música de fondo escuchando canciones de esas que calan el corazón <aunque ya no sabes ni porqué, pero te sientes bien cantando a todo pulmón> con un tequila doble y mucho sentimiento desbordado nació el título de esta publicación y pude recopilar varios pedazos de historias y sensaciones de cómo se vive y se siente cuando un amor va muriendo porque en esta vida todo tiene fecha de caducidad, inclusive el amor.
Ese estire y afloje que sentimos que nunca va a terminar, esa sensación de ir por la vida caminando cómo un fantasma, sintiendo que amas por amar o viceversa que sientes que están contigo por estar, porque ese chispeante brillo en sus ojos que antes iluminaban tus días por más que lo busques ya no está; que besas por besar o en el peor de los casos ya ni besos hay; esa ausencia de coraje y valor para decir hasta aquí; esas noches de insomnio con nombre, apellido y hasta apodo; dando vueltas en la cama con los ojitos bien pelones y un poquito hinchados; esperando una respuesta o señal divina que te den la fortaleza para decir ¡BASTA! y así llega el amanecer y cualquier cosa te irrita; cualquier cosa por mínima que pueda parecer ante los ojos del resto del mundo, a ti te pone sensible y en ocasiones te sorprendes con lágrimas rodando por tus mejillas sin saber ¿por qué? o más bien si sabes por qué pero te resistes aún sabiendo que no mereces eso; que ambos no merecen eso.
¿Cuántos han pasado por esto? creo que todos hemos tenido un amor así, que pensamos que nunca tendrá fin, en el que idealizamos a la persona y la relación misma, nos empeñamos en poner color donde ya todo es gris. Aferrados nos dicen, sí aferrados por continuar una relación que va muriendo con el paso de los días, que se desvanece al compás del reloj, haciendo mil locuras por retener a la pareja pero esas acciones lejos de ayudar nos alejan más de la persona y hasta de nosotros mismos porque perdemos el enfoque, vivimos una falsedad porque ya se han dejado de entender por miedo de decir las cosas para que el otro no se enoje, es una agonía que sabemos que ya no puede tener un final feliz pero nos aferramos en continuar, porque ya han vivido tanto; porque quizá al voltear atrás ven todo el camino recorrido, esos momentos de risas, llantos, de todos esos momentos que han disfrutado y así llegamos al punto donde nos encontramos en un laberinto sin salida entre las ganas de decir ¡ya no más! o dar el último de los suspiros, nos obstinamos en lo que crees que es el amor de tu vida pero solo caminas en círculos y viene a ti ese pensamiento de: "te tengo que soltar" porque no puedes seguir esperando que las cosas cambien y que alguien más decida tu “felicidad”.
Pero ¿por qué cuesta tanto soltar? o somos tan masoquistas que nos gusta estar sufriendo y esperando lo que evidentemente NO va a llegar, porque no puedes seguir esperando a que las cosas cambien, es cierto que uno se enamora y desenamora muchas veces de la misma persona y quizá por esas experiencias anteriores quieres seguir. En el caso de las mujeres, a veces sienten que ya no volverán amar que es el único hombre o que quizá están a un escalón del vestido soñado y en el caso de los hombres por costumbre, por “agradecimiento” por pensamientos como — tanto tiempo con ella, tanto que me ha aguantado. ¿Cómo le voy a hacer esto? — porque cuando tu sientes que te hacen lo peor, que ya no puede existir otra más, que te han mostrado su peor versión, ¡pum! hacen algo que lo supera todo y así continua el viaje en la montaña rusa, pero lo cierto es que ya no es una relación sana y uno de los dos tiene que terminar, créeme no merecen esto después de todo lo vivido.
Y es aquí donde viene la parte más difícil: el armarse de valor y decir ya no más verdaderamente. Se necesita mucha valentía y mucha dosis de amor propio para dejar de retener una relación dolorosa y hasta cierto punto un poco destructiva, repetirse a uno mismo yo merezco un amor real no un amor agonizante, ni vivir solo con los vestigios de lo que fue y de lo que quizá ya no volverá a ser por más que lo intente, por más que me esfuerce; porque el amor en pareja es de 2 (DOS), que fácil escribir este último párrafo pero sé que vivirlo no es del todo fácil, sin embargo para nuestra buena suerte cómo todo en la vida “pasa.”
Y no, no tengo la fórmula secreta, ni remedio casero o pastilla para el mal de amor, ni un kit de protección que amortigüe el golpe, dolerá el tiempo que tenga que doler pero si te prendes a ello, el proceso será más lento y un poco más doloroso así que espero que esto te sea de utilidad aunque sea un poco para ir avanzando, sólo puedo decirte que cuando por fin te decidas a salir de ese laberinto de amor agonizante —sí, porque esto se trata de decisión propia — intenta estos pasos:
1.- Camina derecho y a la primera salida das vuelta: en este punto, uno de los dos desistió de esa relación y no puedo escribir no llores porque son las cosas que a veces necesita el alma para sanar, llora lo que tengas que llorar pero pase lo que pase no desistas y quieras voltear atrás, recuerda que tenemos que seguir buscando esa salida... ¿ya, suficientes sollocitos? (si lo sé, lo escribí nuevamente muy fácil pero cuando ya has pasado por esto créeme que desde afuera se ven las cosas desde otra perspectiva muy muy diferente y en temas de amor ya muy difícilmente un aire te tumba).
2.- Ya que encontraste la primera salida, sigue caminando. ¡CUIDADO! No tomes esa salida, espera a encontrar otra, recuerda que en los laberintos algunas salidas son falsas: No tomes la salida fácil a tus problemas, me refiero a que muchas veces por soledad caemos en amores fugaces, no busques amor en otros brazos donde solo encontraras más soledad. Porque como alguna vez leí en la columna ‘modern love’ del NY times —Permanecer en una relación infeliz por tener miedo de no ser lo suficientemente fuerte para estar sola, eso sí que es triste y solitario. — Y todo por querer iniciar una relación con la herida abierta, recuerda que primero tu corazón tiene que sanar.
3.- Ya que encontraste la siguiente salida, sigue caminando y ve observando lo que el laberinto en el camino te va mostrando: Aprende a apreciar lo que tienes, especialmente tu familia y amistades esas que incondicionalmente están contigo, esas personas que te escuchan no importando las veces que llores, contando una y otra vez la misma historia. Un psicólogo me dijo que de eso se trata, de ir sacando todo y poco a poco te dará hasta flojera contarlo, (yo hable tanto de él, que me rompió el corazón a mí y a 10 personas más) sigue disfrutando del camino, de cada momento en tu vida, de cada risa, de cada paisaje, de cada baile, de cada película, canción, comida, charla, copa de vino, etc. Atesora eso, valóralo porque sólo cuando estás en realidad apreciando "tus momentos" estás a un paso de salir de tu laberinto. Dicen que: “el mejor viaje que uno puede hacer es al interior de nuestra persona"
4.- Estás a nada de encontrar la salida, ya no se vale retroceder. Es cierto eso que dice así -"cuándo el pasado te llama, es porque no quiere que veas el futuro que te espera"-: En esta parte es muy importante que recuerdes que lo más valioso de esta historia eres tú, porque cuando la nostalgia llega la paz vuela, así que en estos momentos tienes que replantear hacia dónde quieres llegar y todo lo que has avanzado, cada que te sientas vulnerable por la situación recuerda que lo más importante eres TU y cuál es el camino que quieres para ti.
5.- ¡FELICIDADES LO LOGRASTE! Ya saliste del laberinto en mucho menos del tiempo esperado, ¿ves que no fue tan difícil? lo que sigue te toca vivirlo al máximo, sin rencores al pasado y seguir disfrutando de la vida. Al final el amor te mostrara mil caras antes de encontrar a la persona correcta pero la sensación que nos brinda el enamoramiento siempre será de las preferidas en mi lista, te prometo que aprenderás a ver las cosas desde otra perspectiva y como dicen: “lo que no mata te hace más fuerte” (y si no has muerto por taquitos de muerte lenta de esos de 10 por 20 pesos jaja mucho menos morirás por amor) cuando superas un ‘infierno’ ya no cualquier fuego te quema.
Por ultimo solo me resta decir...¡deja que el amor te sorprenda!
Fotografía: Laberintos del Ajusco
Sorprendido estoy¡
ResponderEliminarSaludos Luis :)
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